Uno de los inventos más maravillosos creados por el hombre es la escritura. Es el lenguaje el que le ha dado la más alta dimensión al hombre, pues lo humaniza, y gran parte de ese milagro se ha logrado a través de la escritura. La escritura es el ábrete sésamo a todas las potencialidades del ser humano, a través de ella, se autoconstituye, se hace a una identidad, de una esencia única, particular e irrepetible, se dota de la impronta del ser en cuanto ser.

Con la escritura el hombre completa el mundo de lo existente, es decir, al mundo de la Naturaleza le añade el mundo de la Cultura, que le permite conocerse a sí mismo, a sus semejantes y al universo. Pero la escritura no solo le permite al hombre relacionarse con la Realidad, ella también le permite dimensionar mundos posibles y constituirlos en fuentes de placer y gozo. En este sentido, la escritura como pocos ejercicios intelectuales le permite a los individuos, conocerse a sí mismo y a los demás, promover valores al tiempo que constituirse en una fuente de goce creativo.

Dado lo anterior, la Universidad Autónoma de Occidente, comprometida en la formación integral del estudiante universitario, está convencida de que la lectura y la escritura son procesos que coadyuvan al desarrollo de las dimensiones epistemológicas, identitarias y estéticas de los individuos. Así, considera que en la escritura de los relatos breves autobiográficos, el estudiante tiene una excelente oportunidad de conocerse a sí mismo y darse a conocer a los demás, al tiempo que se estimula en él la creatividad literaria, ejercitándose en la construcción de un mundo múltiple posible que juega, mediante la palabra, entre la realidad y la ficción.