En el ámbito universitario los propósitos curriculares de cada una de las carreras se relacionan entre sí mediante la lectura y la escritura, pues se considera que estas prácticas sociales y culturales permiten una construcción, reorganización y producción del conocimiento, de ahí que sean indispensables en la formación académica y profesional de los estudiantes. Se espera que los docentes, como guías en cada de uno de los cursos, asumamos un rol donde no sólo infundamos los saberes específicos de nuestro campo y especialidad sino que busquemos estrategias de lectura y escritura que le permitan a los estudiantes apropiarse de esos saberes y reconstruirlos.
Aunque muchos profesores reconocemos la importancia de la lectura y la escritura para los diferentes procesos de aprendizaje y de construcción del conocimiento, en ocasiones no tenemos muy claro cómo guiar a nuestros estudiantes para que estas prácticas tengan los efectos que esperamos y deseamos. Además, algunas veces identificamos dificultades tanto en lectura como en escritura, que hacen aún más complejo el panorama.