Steven Ospina: “Siloé no es como lo pintan sino como lo pintamos”

Steven Ospina: “Siloé no es como lo pintan sino como lo pintamos”

El texto que presentamos a continuación ha sido escrito durante el semestre 2022-3, por estudiantes de las asignaturas "Taller de Comunicación Escrita" y "Comunicación Oral y Escrita", impartidas en la Universidad Autónoma de Occidente. La publicación de este trabajo destacado tiene como objetivo estimular el inagotable talento de nuestros jóvenes en formación.

Steven Ospina: “Siloé no es como lo pintan sino como lo pintamos”

Escrito por: Angie Nataly Rosero, Isabella López e Isabella Jimenez.


Un jóven de espíritu tenaz, cuyo corazón le guió hacia la lucha y la justicia, es la frase precisa para describir a Steven Ospina, un abogado orgullosamente caleño, cuyas manos han sostenido el poder de transformar realidades. Desde Siloé y sus “callecitas” Steven dió vida a su sentir: el liderazgo y el activismo social. Ha mantenido una estrecha relación con los proyectos comunitarios y políticos, que lo convirtieron ahora en el asesor del Ministerio de Minas y Energía.


Entre recuerdos del comienzo

Aquel domingo 6 de noviembre, cuando se acercaban las 11 y 20 de la mañana, el sonido del computador nos advertía la presencia del invitado en la llamada de Meet. Ante nuestras pantallas presenciamos la imagen de un hombre joven, de perfil afilado, anteojos negros y mirada desafiante. Reconocimos sus ojos pequeños, su contextura delgada y la presencia de barba en su mentón. Con la firmeza de su voz y un lenguaje coloquial, denotaba seguridad, pasión y convicción. La respuesta a casi todas las preguntas iniciaba con un “Pillá”, que nos extendía una señal de confianza y familiaridad. Era el tipo de joven para el que el silencio no era nunca una opción. En un primer momento, Steven nos regaló un caluroso saludo en forma de bienvenida a lo que sería un recorrido por su vida. Inició contando que es un abogado de 28 años, perteneciente a colectivos de Siloé y ahora integrante del Ministerio de Minas y Energía, acompañando a la ministra Irene Vélez.

Mientras se culminaba el primer mes de 1994, el Hospital San Juan de Dios, ubicado en la Sucursal del Cielo, era testigo del nacimiento de Steven Ospina. Ese mismo año Ernesto Samper ganaría las elecciones en segunda vuelta y se proclamaría presidente de la República. La vida de Steven se forjó en la comuna 20, específicamente en Belén. Este lugar no solo tiene su historia dentro, sino la de muchas generaciones más, empezando por sus abuelos quienes fueron pioneros de Siloé.

Su infancia, como la imaginan muchos que llegan a estigmatizar este lugar, estuvo llena de violencia. Entre balas que sonaban como alarma cada día, sustancias psicoactivas y altas rejas que frenaron la violencia de manera intempestiva. Pero…¿en realidad fue SOLO eso? no se pueden ignorar todos estos hechos y aunque lastimosamente fuera el pan de cada día, estos no interrumpieron la infancia de este personaje. Como todo niño le gustaba correr por el barrio y se destacaba por su amor hacia el fútbol, el cuál había adquirido por medio de su familia y la necesidad de distraerse. Con sus amigos siempre jugaban en la cuadra que era una loma y se repetía siempre la misma frase “el que bota el balón, va por él''.

En cuanto a su familia, está su padre, hincha del Deportivo Cali. Siempre fue un hombre trabajador, un obrero que por sus convicciones provenientes del anhelo de ver un futuro diferente para los suyos, le pudo enseñar a sus cuatro hijos que hay algo más allá de los referentes de su sector. Su madre terminó de reforzar esos ideales, ya que ella compartía mucho tiempo con él por ser ama de casa, siempre los cuidó mucho y se aseguró de estar ahí para ellos. Todo ese esfuerzo al final si dio frutos, pues sus hermanas son profesionales en la salud y economía.

Ospina estudió en el Colegio Eustaquio Palacio, el cual se encuentra en la comuna 19. Ahí estudiaban todos los jóvenes que vivían en la comuna 20. Aquí entendió lo injusta que era la vida con muchos niños que ni siquiera tenían para comer, lo cual era impensable ¿Cómo un niño puede estudiar con el estómago vacío? inspirado por la desigualdad y las ganas de sacar adelante sus ideales de cambiar todo eso se tomó el colegio. Ahí empezó su liderazgo y fortaleció su objetivo. De ese mismo lugar que forjó una mente activa se graduó, aunque tenía muy clara una cosa y era que el colegio no le había servido para nada en términos académicos.

Mientras Steven criticaba el modelo del sistema educativo colombiano, recordaba entre risas, lo que para él es una completa paradoja. Después de que perdió física en todos los periodos de noveno y undécimo grado, fue admitido en la Universidad del Valle en el programa de física pura, cuando en el 2011 se graduó de bachiller ¡Toda una ironía! Sin embargo, su recorrido por las ciencias exactas sería muy corto. Su mente rememoró lo aburrida que le resultaba esta ciencia, por lo que se retiró cuando sólo había cursado un semestre.

Tras desertar la física de manera definitiva, el líder caleño no tuvo otra opción que dedicarse a estudiar leyes. Representando la voz de millones de colombianos, Steven afirmó ante nosotras: “¿Yo qué iba querer estudiar derecho?, sino que acá no hay universidad pública. Me tocó lo que fuera”. Es cierto que la vida de liderazgo y resistencia que Steven sentía recorrer en su cuerpo, no la encontraría en los oficios típicos de la abogacía. Sin embargo, él le halló una esencia propia. En sus palabras, “El derecho es más una herramienta que da la posibilidad de mejorar las condiciones para la pelea social y política”, enfatizando de manera contundente que para él “No es más que eso”.

La construcción de un líder

En tanto Steven, amante de la salsa y coleccionador de discos LP, estudiaba derecho en las noches, también trabajaba en la ferretería familiar y fortalecía sus ideales. Cuando le preguntamos por aquello que le había despertado la necesidad de luchar por la transformación de realidades y comunidades, su respuesta nos estremeció, atravesó nuestros sentidos y se incrustó en nuestro pensamiento. Con las palabras más precisas y sublimes afirmó: “Lo que a mí me impulsó fue mi privilegio. Yo tuve la posibilidad de estudiar [..], por eso, decidí poner siempre ese privilegio y mis habilidades al servicio de la pelea por los demás”. Sin duda alguna, fueron estas cuantas palabras las que, enseguida, nos tejieron en el rostro una genuina sonrisa.

Mientras transcurría su etapa universitaria, Steven comenzaba a hilar de a poco sus proyectos en comunidad. Para ese momento, impulsó la creación de un colectivo con los pelados del barrio. La gestión de maestras que dictaran talleres de teatro en Siloé, era la manera como el colectivo acercaba la comunidad al arte, a la cultura y a la expresión artística, a fin de alejarla de la violencia y el conflicto. Con lo anterior, no podíamos pensar otra cosa que no fuese que esta pequeña alianza representó el bosquejo inicial de una vasta línea de futuros proyectos en colectivo.

En el marco del 2015, bajo la iniciativa de Ospina, nació Soñadores Siloé, su primer grupo comunitario oficial. Los avances en los diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC atravesaban el panorama político. Mientras el país se polarizaba frente al acuerdo, en Siloé germinaba lentamente una pequeña semilla de cambio. Persiguiendo la idea de “Soñar un mejor barrio”, Steven junto con un grupo de jóvenes, se organizó bajo la consigna de proyectar a esta comuna como un territorio diferente al estigma común. En el proceso, crearon una revista y un canal de YouTube, que bautizaron con el mismo nombre, y seguidamente, fundaron el festival de graffiti “Arte al muro y pintura a la lata”, del que ya se han realizado ocho ediciones.

Entretanto, nuestro invitado traía de vuelta los recuerdos, su rostro parecía iluminarse por completo. Lo hizo de manera especial cuando rememoraba los inicios del proyecto y articulaba con emoción que lograron generar una relación entre la sociedad y el arte en la comunidad. Por medio de la pintura en las calles, los ollones comunitarios y el ambiente popular, Siloé se convertía en un territorio resignificado, reconstruido y unido. Ahora, “Soñadores Siloé'' es un grupo sólido, en defensa de la mujer, de las garantías sociales e incluso, del turismo en el barrio a través de la propuesta de “Rumbo a la loma”. Además, Ospina impulsó la creación de “Red Latiendo'', una organización conformada por jóvenes más politizados que inciden de manera contundente en el entorno comunitario. Su creación se dió durante el año 2017, con el objetivo de tomar una postura y agenda política, que permitiera generar discusiones y opinión.

Cuando nos acercábamos a 50 minutos de entrevista, el año 2020 hizo presencia en la conversación. Steven pronunció la palabra “Pandemia” y con ello, se presentaron ante nosotras, los recuerdos de un mundo extraño, diferente, solitario, melancólico y vacío. Por su parte, con un notable fervor, que emanaba sentimientos de regocijo y orgullo, el activista recordaba la creación del movimiento “La Banda Solidaria”. Se trataba de un grupo de pelados que durante el tiempo de la pandemia, atravesaban las calles de Siloé en búsqueda de vidas por salvar. Frente a esto, Steven, con voz alegre y emocionada, expresó: “Parce, ¿Sabe qué hicimos?, una panadería para regalarle pan a la gente. Con un horno viejo que conseguimos, nos regalaban harina y hacíamos pan. Mercados, parce. Hicimos un punto de acopio... ¡Fue una cosa brutal!”. Para Ospina y sus compañeros de apoyo, la pandemia significó merodear de arriba a abajo las calles desoladas y abatidas de Siloé.

Un año más tarde, la movilización social se tomó el país entero. En cada rincón, residía la indignación y el deseo de vociferar con fuerza el sentimiento de un pueblo azotado y subyugado. A partir de aquel 28 de abril, Steven, vocero de la primera línea de Siloé, vería expandir su recorrido político y personal. En medio de las manifestaciones, el líder de carácter desafiante, conocería entonces a Irene Vélez, actual ministra del gabinete presidencial y a la periodista, María Jimena Duzán. Ambas establecieron una estrecha relación con Ospina, atraídas por su perfil de liderazgo comunitario. Para Irene fue fácil pedirle que escribiera un artículo sobre el estallido social; texto que será publicado en el próximo libro de Boeventura Sousa. Y por si fuera poco, le invitó a ser su asesor político. Por su parte, Duzán realizó su primer documental sobre la historia de Steven, el líder de Siloé, que pronto se estrenará.

La vida de Steven Ospina en la comuna 20 le despojó de cualquier miedo. En medio de la violencia, de lo injusto y de la desigualdad, los temores nunca florecieron. Ahora, ni siquiera las decenas de amenazas de muerte en su contra le hacen evocar una muestra de alarma. Por el contrario, lo riesgoso parece apasionarle. Casi culminando la entrevista, declaró que le encantan las rumbas de los barrios populares, incluso “entre más peligroso el barrio, más divertida la fiesta”.

En cuanto a su presente y visión de futuro, Steven manifiesta con mucha seguridad, que se encuentra concentrado en el proyecto nacional dentro del Ministerio de Minas y de Energías. Su vida ahora es un torbellino de viajes a lo largo del país, entre ciudades y municipios que recorren en búsqueda de diálogos para el Plan de Desarrollo. Esto sin abandonar sus raíces. Desde donde está, le apuesta a fortalecer las organizaciones comunitarias dentro de Siloé y visibilizar su territorio. Quiere que sea importante, que sea tomado en cuenta y que sea un territorio de inversión. “Espero que cuando la gente piense en Cali piense en Siloé”.

Después de casi 90 minutos de observar la vida a través de los ojos de Steven, la llamada de Meet culminó entre agradecimientos y la invitación a recorrer las calles del barrio de la Estrella de Belén. Tras salir de la llamada, retumbaba en nuestras cabezas la frase “Amor, fuerza y convicción”, con la que el líder describió su filosofía. Sabíamos que debíamos visitar el lugar que forjó el espíritu de este soñador.