El cuento es uno de los géneros narrativos más bellos, dialoga en sus técnicas con esa hermana mayor que es la novela, pero se deja acariciar y seducir con mayor ahínco de la poesía. Bebe, pues de ambas fuentes, y es capaz en su interior de tomar formas diversas, camuflarse o fagocitar otros géneros, como el ensayo o los géneros periodísticos, incluso científicos, y tomar las formas más breves como lo hace con el mincuento.

A pesar de estas cualidades, para los circuitos editoriales comerciales, es un paria porque según la estrecha mirada mercantilista, es supuestamente un género que no se vende o no se lee, o viceversa, según sus financieros cálculos. Cosa distinta ocurre en la academia, en el que no solo se piensa en él como una fuente de deleites estéticos, sino también como un instrumento pedagógico potente para impulsar y desarrollar diversos procesos relacionados con la lectura y escritura.

En razón de ello, algunos académicos que al tiempo son también escritores, de la Universidad Autónoma de Occidente, Icesi y Universidad del Valle, considerando que nuestra región cuenta con varias generaciones consagradas al cultivo del cuento, se dieron a la tarea de pensar y llevar a cabo un evento nunca antes realizado en el ámbito cultural y académico de Cali y la región, para ofrecerlo a la comunidad en un esfuerzo por exaltar los valores estéticos a través de un género literario que, repetimos, es un deleite para la sensibilidad y la inteligencia humana.